Ruta dura
con partes técnicas que arranca en Cañamero
Salida de la
población con dirección al puerto de Berzocana por la vieja carretera. Nada más
cruzar el puente de barbellios comienza el ascenso, nos lo tomamos con calma,
son 8 km que no dan descanso, poco a poco vamos cogiendo altura, llegada al
puerto con las réplicas en grande de los torques de Berzocana (los originales
son de oro y se encuentran en el museo arqueológico nacional)
En la
rotonda cogemos el desvío a Navezuelas, comienza con un falso llano que poco a
poco se va empinando, llegamos a una curva de 180 grados y seguimos ganando
altura, en la siguiente curva de 180 grados podemos disfrutar de las vistas,
aunque sin perder la concentración.
La cuesta
sigue y a partir de aquí hasta coronar el collado del brazo, echaras las
primeras bilis que llevas dentro, aunque aún gozaras de usar el plato mediano,
una vez arriba nos espera una bajadita de unos 3 km donde puedes tomartelo con
calma y disfrutar del entorno y las vistas majestuosas que te envuelven,
dejamos el collado del brazo atras y transitamos por la carretera mas o menos
llano sin perder la hermosura del enclave, cruzamos el almonte y es el momento
de recargar agua fresca de la fuente que te encuentra a orillas del mismo.
Reanudamos nuestra ruta y a escasos metros de repostar, abandonamos la
carretera para iniciar la escalada de la cuesta de las acebadilla, si si, la
escalada, pon el plato pequeño y piñon grande y dejate de ostias y venga
"pa rriba"la primera rampa sin complicaciones, ahora un pequeño
descanso y otra rampita, otro descansito y se acabo lo bueno, empieza el
infierno, agachamos el testú hasta toparnos con la curva 1, esto se empina de
cojones hasta la curva 2 que no tarda en llegar, vamos bine y la pendiente
suaviza, a medida que nos acercamos a la curva 3 la cosa se va poniendo fea,
pero como aún vamos frescos la superamos bien, nos acercamos a la curva 4,
seguimos en sintonía, nos encontramos con la curva 5, esto empieza a ser
cansino, empezamos a dudar de nosotros mismos pero seguimos intentandolo, llega
la curva 6 y parece que recuperamos algo y nos animamos hasta la curva 7 (nacimiento
del Almonte) ya no sabes ni donde están tus compañeros de viaje, si vas
delante, no ves a los de atrás, si vas detrás no ves a los de delante, dudas si
llegar arriba, pero el orgullo te dice venga que esta la tengo que subir, el
calor te ataco, los mosquitos te invaden, las piernas flojean, pero tú sigues,
curva 8 y parece que aún respiras y te animas a por la 9, este es un momento
crucial, se recomienda especialmente no mirar arriba, piensa en lo que mejor te
venga en gana menos en la cuesta, con sufrimiento llegaras a la curva 9, ya no
piensas con claridad, solamente pasa por tu mente la acumulación de
circunstancias por las que estas allí, es el momento de arrojar las bilis que
puedan quedar en tu interior, solo así llegaras a la curva 10 ( la última) esta
puede ser la rampa más dura, pero ves que el final está cerca y eso te hace
sacar energía extra, y si encima algún compañero de los que ya ha conseguido
llegar arriba te anima, con eso basta para echar el resto, momento de descansito
para recuperar y echar un trago.
Si te
sientes con fuerzas, desde aquí queda muy cerquita el pico villuercas, a 1600
metros tienes unas vista majestuosas de toda la comarca de las villuercas, pero
nosotros vamos en dirección contraria.
Repuestos de
la subidita reanudamos la ruta y nos dejamos caer por la vieja pista de base
militar abandonada, el firme está en muy malas condiciones, por lo que
bajaremos con precaución hasta llegas al collado de las arenas, en este punto
abandonamos el asfalto y rodamos por el sendero de la ruta del Onceno, el primer tramo está el terreno muy suelto y la rampa es empinada y muy técnica, una vez que descendemos hasta la raya la pendiente suaviza, pero aún nos quedan unos 2 km de bajada muy técnica, volvemos a coger es asfalto pero a escasos 300 metros lo abandonamos para seguir por el sendero del Onceno, este nos conduce a la parte alta de la puebla. Foto en las puertas del monasterio y de nuevo en marcha hacia Cañamero por la abandonada vía del ferrocarril, enlazamos con la EX102 que nos llevara al puertollano a 800 metros, abandonamos el asfalto y nos desviamos a el camino natural Villuercas, una brusca bajada nos lleva en un momento a las alberguerías y desde aquí hasta la ermita de Belén, remontamos el ruecas por su margen derecho para abandonarlo en la subida del coscorrón ¿ te habías olvidado del sufrimiento encima de la bici? agárrate que te esperan una rampas que se acercan al 30% de pendiente, como ya echaste toda la bilis que llevabas, solo te queda sacar fuerzas de donde sea o bajarte de la bici, una vez que coronas el collado de la escarihuela estas prácticamente chupado, en un kilómetro estarás en Cañamero y por tanto fin de la ruta
abandonamos el asfalto y rodamos por el sendero de la ruta del Onceno, el primer tramo está el terreno muy suelto y la rampa es empinada y muy técnica, una vez que descendemos hasta la raya la pendiente suaviza, pero aún nos quedan unos 2 km de bajada muy técnica, volvemos a coger es asfalto pero a escasos 300 metros lo abandonamos para seguir por el sendero del Onceno, este nos conduce a la parte alta de la puebla. Foto en las puertas del monasterio y de nuevo en marcha hacia Cañamero por la abandonada vía del ferrocarril, enlazamos con la EX102 que nos llevara al puertollano a 800 metros, abandonamos el asfalto y nos desviamos a el camino natural Villuercas, una brusca bajada nos lleva en un momento a las alberguerías y desde aquí hasta la ermita de Belén, remontamos el ruecas por su margen derecho para abandonarlo en la subida del coscorrón ¿ te habías olvidado del sufrimiento encima de la bici? agárrate que te esperan una rampas que se acercan al 30% de pendiente, como ya echaste toda la bilis que llevabas, solo te queda sacar fuerzas de donde sea o bajarte de la bici, una vez que coronas el collado de la escarihuela estas prácticamente chupado, en un kilómetro estarás en Cañamero y por tanto fin de la ruta